lunes, 28 de abril de 2014

El casino de Neil Gaiman



Los casinos tienen un secreto que ocultan, guardan y atesoran, el más sagrado de sus misterios. La mayor parte de las personas no juega para ganar dinero, a pesar de que esto sea lo que se anuncie, venda, proclame y sueñe. Ésta es sólo la mentira fácil que les hace traspasar las grandiosas puertas, permanentemente abiertas y acogedoras. El secreto es que las personas juegan para perder dinero, para perder. Van al casino por los momentos en que se sienten vivos, para poner en marcha la ruleta, volver las cartas y perderse a sí mismos por las ranuras, igual que las monedas. Pueden alardear de las noches en que ganaron, del dinero que se llevaron del casino, pero atesoran en secreto las veces que perdieron.