lunes, 17 de octubre de 2011

GUSTAV MEYRINK (AUSTRIA, 1868 - 1932 )


[...] Frases dichas casi sin aliento,tales como :"el ansia misma por conocerla ya es sabiduría";"debes luchar por hallar un punto fijo en ti mismo,al que el mundo exterior no pueda vulnerar";"contempla todo lo que sucede como a una pintura sin vida y no permitas que nada de ello te conmueva" se internan en lo más hondo de su corazón pero llevan un antifaz que no les permite ver su verdadero rostro [...]


[...] Él no es de los que creen que los muertos pueden hacer su aparición sobre la tierra,pero ahora constata con espanto que pueden seguir viviendo de una manera mucho más terrible,sin ningún tipo de disfraz o envoltura,como mera influencia del diablo contra el cual no hay protección posible,ni puerta, ni cerrojo,ni maldición,ni rezo [...]


[...] Todo lo que el saltimbanqui dice suena como una discrepancia : rechaza a la gente con violencia y así logra ayudarla;miente y sus palabras albergan la mayor de las verdades;dice la verdad,y tras ella se asoma burlona la mentira,fantasea sin el menor sentido y sus palabras se convierten en profecías;predice cosas que según él,le dictan las estrellas: se cumplen aunque de astrología no sepa absolutamente nada;prepara medicinas de yerbas totalmente inocuas : producen el resultado prometido;se ríe de los crédulos y es más supersticioso que una vieja campesina;se burla e los crucifijos y se santigua cuando un gato negro se cruza en su camino;cuando le hacen preguntas las contesta insolentemente con las mismas palabras de su interlocutor,y en su boca se convierten en las respuestas que dan exactamente en el clavo [...]


del cuento Maese Leonhard,contenido en Murciélagos,según la versión de Marga Miller - Ediciones Need - Buenos Aires - 1980

miércoles, 13 de julio de 2011

DEAN KOONTZ ( U.S.A , 1945 )

Los muertos perciben a los vivos.Han recorrido esta senda antes que nosotros y conocen nuestros miedos,nuestras flaquezas,nuestros anhelos nunca satisfechos.Saben cuántos nos gusta atesorar cosas que no perduran.creo que nos tienen lástima y,sin duda,no les falta razón.

Siempre es fácil identificar a los muertos en un comedor porque los muertos no comen.

Por lo general,los fantasmas se toman su propio estado con seriedad y mantienen un porte solemne.Pertenecen al otro lado,pero se encuentran bloqueados aquí por una u otra razón y están impacientes por partir.
Prefiero que los fantasmas sean sombríos.Hay algo que me espanta en un muerto ambulante que trata de hacer reír,tal vez porque ello sugiere que,aún después de fallecidos,tenemos una patética necesidad de agradar,y también una triste propensión a humillarnos a nosotros mismos.



de Mi nombre es Raro Thomas - Suma de letras- Buenos Aires-2007- Traducción Agustín Pico Estrada.


miércoles, 23 de marzo de 2011

ERWIN JOHANNES EUGEN ROMMEL (ALEMANIA ,1891-1944)



Los hombres son, básicamente, listos o tontos, y vagos o ambiciosos. Los tontos y ambiciosos son peligrosos, y me libro de ellos. A los tontos y vagos les asigno tareas mundanas. A los listos y ambiciosos les pongo en mi estado mayor. A los listos y vagos les hago comandantes.

martes, 8 de marzo de 2011

Dean Koontz ( USA,1945)


Hay días de duda,sobre todo en las noches solitarias,en las que incluso los devotos se preguntan si son herederos de un reino mayor que la tierra y si conocerán la misericordia o si en cambio no son más que animales como los otros,sin otra herencia que el viento y la oscuridad.


de Velocidad, Suma de Letras, Buenos Aires, 2006

domingo, 20 de febrero de 2011

SALVADOR DALÍ (ESPAÑA,1904-1989 )



El verdadero pintor es aquel que es capaz de pintar escenas extraordinarias en medio de un desierto vacío. El verdadero pintor es aquel que es capaz de pintar pacientemente una pera rodeado de los tumultos de la historia.

sábado, 29 de enero de 2011

Gilles de Rais (Francia , 1404 - 1440)



Yo, Gilles de Rais, confieso que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto que he cometido las más repugnantes ofensas contra muchos seres inocentes –niños y niñas- y que en el curso de muchos años he raptado o hecho raptar a un gran número de ellos –aún más vergonzosamente he de confesar que no recuerdo el número exacto- y que los he matado con mi propia mano o hecho que otros mataran, y que he cometido con ellos muchos crímenes y pecados.
Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente.
Contemplaba a aquellos que poseían hermosa cabeza y proporcionados miembros para después abrir sus cuerpos y deleitarme a la vista de sus órganos internos y muy a menudo, cuando los muchachos estaban ya muriendo, me sentaba sobre sus estómagos, y me complacía ver su agonía....
Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Es decir, el Apocalipsis era lo único que me interesaba. Creí en el Infierno antes de poder creer en el Cielo. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. En el campo de batalla el hombre nunca desobedece y la tierra toda empapada de sangre es como un inmenso altar en el cual todo lo que tiene vida se inmola interminablemente, hasta la misma muerte de la muerte en sí. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta de que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos.
Yo soy una de esas personas para quienes todo lo que está relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo. (...) Si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla.